sábado, 19 de abril de 2008

Postdata (o posdata, que es lo mismo)

Sigo en Sevilla esperando papeles, y le pregunte a un tipo de Texas si ahí la gente tenía los mismos problemas de fanatismo religioso que tienen acá y me dijo:-"En algunos lugares más y en otros menos."- En ese momento se fumaba un Roberto Porreti.
Ni bien llegué me encontré con dos amigos de acá, aunque por supuesto son extranjeros, con los oriundos... con los oriundos eso de la amistad o la comunicación no sucede.
Me enteré que en mi tiempo afuera (sí, adentro de Argentina es afuera de acá, y viceversa) algunas cosas habían sucedido, entre otras, unos amigos ingleses habían desaparecido por completo sin dejar rastro, debiéndole a otros bastante guita a otros y hasta vendiendo cosas prestadas. Como dije, ingleses. No son todos así, pero después se preguntan de dónde sale la fama.
La misma noche que llegué y me encontré con mis dos amigos, una amiga no llegó a vernos pero envió el siguiente mensaje:
"Me alegro que Félix haya vuelto, pero hoy no puedo ir, tengo muchas cosas encima y no llego con el tiempo. PD: Hoy un pájaro me cagó en la cara."

Me enganché con lo de las postdatas y encontré ésta del Subcomandante Marcos:
"P.D.- “¿Cuándo?”, pregunta alguien. Sombra no responde, pero sabe que será en ese lugar donde la luz y la sombra se hacen una: la madrugada. Entonces la luz seguirá siendo luz resplandeciente, y las sombras que somos se diluirán en el mañana que necesitamos, que merecemos."

Aunque debo decir que me siento muy identificado con ésta de Raymond Chandler a uno de sus editores:
"P.D.: La Valencia Hotel, Glenco 52175 (San Diego) en caso de emergencia. Una emergencia sería una cantidad de dinero a cambio de nada."
Termino de escribir ahora porque me surgió una urgencia.

P.D.: Cuidado al desayunar ciruelas con lino y mate.